• ¿Conviene solicitar servicio de postedición?

    La traducción automática adolece de una serie de limitaciones, pues se basa en algoritmos. A menudo, hace falta dotar a la traducción de una mayor naturalidad: el importante factor cultural del lenguaje da lugar a dobles sentidos, matices, imágenes o giros lingüísticos que no funcionan de la misma manera en el imaginario colectivo de una comunidad lingüística que en el de otra distinta. La revisión humana de lo traducido por una inteligencia artificial permite que no se pierda el carácter y el tono originales del texto; es decir, que tenga un estilo más natural, que tenga alma, que sea más humano.

    En paralelo, en la traducción correcta –término a término– de algunos documentos, están en juego muchos intereses e importantes sumas de dinero que más vale no poner en riesgo fiándola a una mera y aproximativa traducción automática.

  • En qué sectores desaconsejamos el uso de TA:

    En Tradango no somos indulgentes con la traducción automática de documentos jurídicos, financieros, médicos o literarios. En esta última se requiere de una creatividad que las máquinas no pueden permitirse. En la traducción médica, está en juego la integridad física de los pacientes o de los receptores de la información, por lo que la inteligencia artificial debe ser descartada. En cuanto a los textos jurídicos y financieros, los intereses y derechos que suelen reflejar son de un alto valor y, muchas veces, están sujetos a una interpretación posterior que conviene no supeditar a una previa traducción automática.

  • Nuestros revisores editores:

    Un texto traducido por un motor de traducción automática presenta errores muy distintos de los errores que cometen las personas, ya que la inteligencia artificial suele abusar de traducciones literales, falsos amigos y expresiones equívocas o incoherentes. Los revisores que realizan la postedición de una traducción automática poseen la misma cualificación que los profesionales que realizan una traducción 100 % humana. Nuestros revisores cotejan el texto original de referencia y contrastan la equivalencia de significados entre las dos versiones. Por último, nuestros revisores humanos aplican su pensamiento crítico, para que el texto esté localizado en el idioma y contexto correspondientes, cosa que no hace la inteligencia artificial.

  • Una pequeña reflexión:

    La traducción es lenguaje y este es siempre pensamiento, cultura e interpretación. Estos elementos no son reproducibles por una inteligencia artificial, por cuanto que contienen un texto aparente y un subtexto subyacente que la máquina no distingue. Es decir, que el lenguaje contiene intenciones que solo el emisor y el receptor pueden acordar y entender. De ahí la necesidad del factor humano en la traducción. Por otro lado, es menester que nuestros clientes sean cautos a la hora de garantizar la seguridad y la confidencialidad de sus documentos y comunicaciones, evitando compartirlos con motores de traducción automática e inteligencia artificial cuya propiedad podría incurrir en conflictos de interés o en tráfico de información confidencial. En Tradandgo garantizamos la confidencialidad absoluta de los documentos que nos transmiten nuestros clientes.

  • Tres modalidades:

    • Postedición simple: a partir de la traducción automática, creamos una publicación comprensible y correcta desde el punto de vista sintáctico y gramatical. 
    • Postedición completa: a partir de la traducción automática, creamos una publicación que, además, resulte estilísticamente adaptada a la finalidad comunicativa y el público objetivo o target.
    • Postedición redactora: a partir de la traducción automática, esta se corrige e incluso se reescribe debido a su mala calidad tanto en el plano semántico como estilístico.